#OrgulloLechero
Por Redacción , 16 de agosto de 2020Paulina Carrasco Gorman, una apasionada por la producción lechera
La administradora de la Agrícola Cocule Limitada, en La Unión, partió hace 10 años centrando sus esfuerzos en el tema reproductivo y genético. Hoy, apuesta por la sustentabilidad de una actividad que la enorgullece.
Nacida y criada en La Unión, la ingeniero agrónomo Paulina Carrasco Gorman emigró a Santiago para estudiar en la Universidad de Chile. Luego, armó una empresa de certificación de carne, junto a compañeros de carrera, pero volvió con su familia en busca de una mejor calidad de vida.
Llegó a trabajar en el campo, cuya lechería comenzó a funcionar en 1955 a instancias de su abuela, descendiente de italianos, quien le pidió a su marido ser parte de la recién formada Cooperativa Colun. Ese mismo año el abuelo falleció, pero ella y su papá se hicieron cargo y realizaron su primera entrega de 55 litros diarios.
Tras medio siglo de trabajo, de a poco su padre empezó a retirarse y hace 10 años Paulina asumió como administradora de la Agrícola Cocule Limitada, labor que comparte con muchas otras actividades. Entre éstas figura el GTT INIA-Colun "Mujeres en Acción", desde su creación el 2011; los directorios de Aproval AG y el Consorcio Lechero (este último lo dejó hace poco por renovación) y además ha representado a los cooperados de Colun en la asamblea de La Unión. Incluso, preside un club deportivo y es directora del centro cultural de su ciudad.
“Me gusta el trabajo colaborativo. Creo que siempre es mejor más cabezas pensando, pues diversas visiones de un problema permiten llegar a una mejor solución”, opina la multifacética profesional.
En materia productiva, uno de los proyectos a los que está abocada es el tema de la sustentabilidad, enfocándose mucho en el cuidado del suelo planta-animal. “Ese es nuestro enfoque y estamos trabajando con la ONG Suelos Vivos, a fin de conocer cómo funciona el ecosistema de este campo de 200 hectáreas, de las cuales 166 son productivas y el resto bosque nativo (boldo y arrayanes) y algo de plantación forestal”, explica.
Y dedicarse a temas como la hectárea animal, el cuidado y degradación del suelo, las materias orgánicas y la forestación de la ribera del río con árboles nativos, ha sido posible gracias a los buenos índices de reproducción y crianza que tienen, debido a la gestión y al cumplimiento de las metas que han logrado junto al equipo de trabajo.
En este contexto, las hembras son destinadas a la lechería, mientras que los terneros machos los cría hasta los 200 kilos, ya que luego venderlos para engorda.
Junto con mencionar que el fundo colinda con La Unión, que se ubica a 4 kilómetros, la ingeniero agrónomo relató que en el predio tienen varios desafíos. Uno de éstos es la integración ciudad-campo. “Tengo mucha gente circulando y, por lo tanto, debemos coexistir ambos sistemas y entendernos con la comunidad”, señala.
Con entusiasmo, dice que otra meta en el ámbito productivo es encontrar el equilibrio en la carga animal, dadas las condiciones del campo, como también la producción de praderas, en base a las cuales funcionan.
Para ello cuenta con riego. Hace 8 años trabaja con un pivote y un sistema de riego de 60 hectáreas. Acota que ha pasado por cultivos suplementarios, pero hoy sólo tiene praderas.
Además, destaca que el tema reproductivo y genético fue uno de los primeros que abordó cuando llegó al campo y, tras 10 años, puede estar un poco más relajada al respecto pero siempre contando con asesorías de profesionales en la materia. “Es un tema muy importante y permanente en la lechería”, resalta.
Asimismo, cuenta que en este decenio la Agrícola Cocule Limitada ha pasado de 1,8 a 2,6 millones de litros de leche al año, al igual que han crecido en sólidos. “Eso nos tiene bien contentos, pero uno nunca está conforme”, sentencia riendo la unionina.
Enfática, Paulina destaca los beneficios de la leche y su aporte a la nutrición, en calcio, proteínas y vitaminas. “Es un alimento maravilloso y nadie quiere tanto a las vacas y a su entorno como los productores. Es una relación de mucho cariño y pasión”, subraya.
Y sobre el futuro de la actividad, opina que “en este minuto estamos pasando por un ciclo muy bueno, pero la producción de leche en el mundo tiene altos y bajos y hay que aprovechar los años de vacas gordas”.
Amante de la naturaleza, esta destacada productora lechera y cooperada de Colun, expresa que le gusta trabajar con la gente y los desafíos que se presentan en el quehacer diario del campo. “Tenemos el espíritu de enfrentar los problemas y resolverlos”, dice con orgullo.
Si bien siente que aún le quedan muchas cosas por mejorar, reflexiona que “en el plano lechero, lo que hoy me gustaría mostrar a quienes no viven en el campo ni lo conocen, es que somos sistemas productivos muy sustentables, que le tenemos cariño a la tierra y a los animales. Y, aunque es un trabajo tremendamente absorbente, que es 24/7, lo hacemos con gusto porque le tenemos mucho amor”, concluye Paulina Carrasco.